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EscritosRecordando al compañero Luis VitalePor Sergio Reyes
Hay circunstancias que gatillan la memoria, y nos remontan a nuestro pasado y antiguas luchas. Así es que recibí hace pocos días un mensaje de un estudiante universitario (*) que escribía su tesis sobre la vida y obra de Luis Vitale Cometa. Este contacto fue hecho dado un artículo que escribí a principios de los 1990s sobre el trabajo de nuestro Comité por la Unificación de la Izquierda Revolucionaria en el exilio. Este artículo corroboraba y explicaba algunas cartas encontradas en los archivos de Vitale, quien como buen historiador las guardó con sumo cuidado. Leyendo el borrador de la tésis, entiendo que será una contribución para aprender y valorar el trabajo hecho por Vitale a favor de la revolución en Chile y Latinoamerica. El compañero estudiante procedió entonces a pedirme que exprese mis memorias de Vitale. Lo hice, y luego de reelerlas creo que bien vale la pena hacer públicas estas notas. Y aquí están.
Conocí al compañero profesor e historiador Luis Vitale en medio de la lucha de resistencia contra la dictadura cívico-militar que se dio en Chile y en el exilio en los años 1980s. Algunos de los miembros de la organización que formamos en el exilio en EE.UU., el Comité por la Unificación de la Izquierda Revolucionaria Chilena (CUIRCH), tales como Guillermo Muñoz (PS Coordinadora de Regionales), René Orellana (PS) y Víctor Toro (MIR), ya tenían un historial de trabajo conjunto con Vitale desde antes de la dictadura en Chile. De hecho, estos compartieron trabajo en la misma formación temprana del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
Sin embargo, para mí, igualmente un tanto más joven que la generación de Vitale y mis compañeros nombrados, el compañero era solamente el escritor de la Interpretación Marxista de la Historia de Chile, y de ahí saltó a ser el contacto con el Comité de Unidad Revolucionaria de Buenos Aires, con los cuales hicimos trabajo conjunto. En ese contexto, intercambiamos a nivel de Comité una nutrida correspondencia con él sobre el tema organizativo que nos preocupaba.
Vitale pasó a ser un colaborador habitual del mensuario Chile Vencerá, tanto contribuyendo artículos como individuo, como enviándonos declaraciones del CUR. Estimo que estos últimos seguramente fueron también parte de su trabajo como escritor. Debemos recordar que en ese tiempo, recibir artículos escritos a máquina era todo un avance tecnológico. La mayoría de los artículos eran manuscritos. De hecho, muchas de las columnas del mensuario eran tipiadas a máquina, y todo el montaje era papel pegado sobre cartulina. Este al fin, era llevado a una imprenta de trabajadores chinos, en un sótano de los tradicionales edificios pobres de Manhattan, donde teníamos que pagar en efectivo y sin recibo.
Sobre mi recolección personal de Vitale, me impresionó su sencillez, sin ninguna ínfula intelectual y su genuino interés por el cambio revolucionario de la sociedad capitalista y establecer el socialismo. Gran parte de su esfuerzo teórico, sin embargo, estuvo dedicado a proponer un socialismo libertario. Esto, fundamentalmente, a diferencia de la imposición vertical de la dictadura del proletariado impuesta por el partido de vanguardia de la revolución, a la sazón, los partidos comunistas del socialismo real.
En uno de sus dos viajes, tal vez el segundo en 1988, tuvimos la oportunidad de que viaje a mi estado de residencia, para hacer una presentación en el Massachusetts Institute of Technology, MIT. El objetivo de su charla era elaborar las nuevas condiciones que se gestaban en Chile a partir del gran acuerdo entre un sector de la izquierda tradicional (menos el PC) y la derecha civil, más los generales. Es posible que yo haya tenido entonces que oficiar de intérprete. También es necesario precisar para quienes no han vivido estas experiencias, lo difícil que es seguir una charla en interpretación a otra lengua, tanto para los oyentes como para el presentador. A 45 minutos de la charla, Vitale empieza a exhibir señales de aburrimiento por el paso de la charla, presentar – traducir – continuar. En una de sus frases al plantear que nada, excepto la administración directa de los militares y sus patrones, ha de cambiar en Chile, salta al primer verso del tango Cambalache, “Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé…” Y de ahí sin esperar traducción salta a toda una explicación de los orígenes y forma musical del tango argentino. Y lo perdimos para el tema de Chile. Pronto ya estaba cantando tangos y haciendo una demostración de los pasos del hombre y la mujer en el tango.
Para muchos de nosotros en el comité, yo incluido, esto fue un acto de frivolidad en medio de tan serio tema. Sin embargo, esto nos demostró que los revolucionarios somos seres humanos, y no robots ideológicos. De igual manera, recuerdo sus quejas sobre las imposiciones en los EE.UU., ya en esos tiempos de no permitir fumar, ni a los más ilustres visitantes dentro de las casas o restoranes. Para Vitale, fumador serial y empedernido esto era toda una tortura.
Me volví a reunir con Vitale en Viña del Mar por primera vez en 1995, en la Feria del Libro de esa ciudad. La segunda vez que lo visité en Chile, ya había sufrido un accidente que lo dejó semi-inválido y caminaba con bastón. Quedó muy contento con un ejemplar del libro de su contraparte en los EE.UU., Howard Zinn, The People’s History of the United States, aun cuando éste estaba en inglés. Me invitó a una reunión sobre feminismo en una universidad y se negó rotundamente a que lo transporte en taxi, así que nos movilizamos en un Metro de Santiago, totalmente no preparado para gente minusválida o con problema motrices. Me sorprendió sin embargo su determinación. Era como si su compromiso político lo impulsara a caminar hacia la cita, cueste lo que cueste.
Me enteré de su muerte en mi exilio extendido el 2011, cuando después de algunos años de no saber de sus quehaceres, me decidí a llamar un número telefónico que él me había dado, tal vez de alguna universidad, donde me dijeron que el profesor había fallecido. Pensé entonces que nuestro camarada arrabalero, de haber otra dimensión de vida estaría bailando tango e intentando hacer la revolución. ¡Viva Vitale!
Sergio Reyes, 21 diciembre 2017
Punta Arenas
(*)Simón González Monarde, "Biografía Político-Intelectual de Luis Vitale". Tesis para optar al grado de Licenciado en Historia y Ciencias Sociales. Universidad de Santiago de Chile. Septiembre 2017.
(La foto es de 1995, posiblemente enero de ese año con ocasión de la Feria del Libro en Viña del Mar. A mi izquierda el poeta popular Carlos Muñoz, "El Diantre", que hizo la presentación en esa feria de su libro autoproducido "A Rienda Suelta". A mi derecha, Luis Vitale. Notese en la mesa un periódico abierto, que puede haber sido La Estrella de Valparaíso abierto en un artículo titulado, "La Larga Marcha, Luis Vitale".)
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