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EscritosLa muerte de Fidel y el alegato por los derechos humanosPor Sergio Reyes
Los medios comerciales de desinformación del mundo capitalista celebran con igual alegría que los cubanos trumpistas de Miami, la muerte de Fidel (25 de noviembre de 2016). Todos estos medios usan el término dictador, y todos lo vilifican como al demonio los católicos. Claro, todos –como acostumbramos a hacer a menudo—sobre simplifican las cosas. Todo lo que pasó durante la revolución cubana, fue responsabilidad exclusiva de un solo hombre, Fidel. Bueno, secundariamente en términos demoniacos, estaba aquel otro llamado Che Guevara. Entonces, el proceso no fue responsabilidad colectiva de los hombres y mujeres que hicieron la revolución.
Por el otro lado, el de la izquierda, en alguna medida reafirmamos ese tema, cuando endiosamos la figura y la perspectiva del “comandante.” Este hombre que encabezó la revolución lo fue todo. Sin él, aventuramos a pensar, capaz que el pueblo cubano no hubiese nunca hecho la revolución. Pero, eso ya es especular.
Lo que nos ocupa en este artículo, sin embargo, es el tema de los derechos humanos y la revolución. Para los capitalistas de todas las calañas, Fidel, fue simplemente un perverso dictador, violador de los derechos humanos. Para los que apoyamos la revolución, esto es pura propaganda anticomunista.
Pero, analizando las cosas, sobre los derechos humanos hay al menos dos concepciones: una, la que subscribe el capitalismo, es el derecho humano individual que importa. Importa menos, el derecho humano colectivo. Mucho menos si el objeto de violación de los derechos humanos es el “enemigo”. Vean por ejemplo como nada importó asesinar a Osama Bin Laden y luego, el mismo Presidente Obama y su administración vanagloriarse de haberse deshecho del cuerpo botándolo en el océano, como lo hicieran las fuerzas armadas de Pinochet en Chile con algunos prisioneros políticos. Sin juicio alguno.
Por otro lado, los revolucionarios cubanos, y entre ellos, Fidel, vieron y ven con mayor interés el derecho humano de la colectividad, y de una manera totalmente diferente el del adversario, el enemigo, el anticomunista, el contrarrevolucionario. Así se dieron las ejecuciones, el uso y abuso del “paredón”. Y mientras una gran mayoría de los que defendemos la revolución estamos en nuestros países capitalistas en contra de la pena de muerte, en Cuba se sigue manteniendo esto como parte del sistema judicial.
En mi opinión, si se cometieron y seguramente se cometen violaciones a los derechos humanos en Cuba. Nuestra contribución, tanto a la revolución, como a la humanidad, es identificarlos y avanzar hacia la eliminación de dichas violaciones, sean individuales o colectivas. Pero, eso es solamente mi opinión y tal vez a nadie le interese.
Lo que quiero entregarles, sin embargo, es un escrito que se remonta al año 1993, transcrito en un blog que recoge las opiniones de Fidel sobre el tema de los derechos humanos y la revolución. Esto en base a una conversación con el dirigente revolucionario nicaragüense Tomás Borge, y que estarían contenidos en el libro de Borge, “Un Grano de Maíz”. Dije "estarían", porque no tengo, ni he leído el libro. Entonces, confío a ciegas en la honestidad del bloguero hasta que me llegue el libro que acabo de ordenar. Si esto no es como lo ha transcrito el bloguero se los informaré. Como el resto es puro pensamiento de Fidel, me despido indicando que con crítica y todo, valoro profundamente la contribución de Fidel a la liberación de los pueblos del capitalismo. A la vez, que no condono ninguna violación de derechos humanos que se haya cometido en nombre de la revolución.
Habla Fidel:
“Si tú piensas que en Cuba se le ha dado a cada ser humano que nace una real y absoluta igualdad de oportunidades para el más pleno desarrollo físico e intelectual, sin discriminación de sexo o de raza, y este beneficio alcanza por igual a todos, sin diferencias entre ricos y pobres, explotadores y explotados, ¿habrá hecho algún país más que nosotros por los derechos humanos?
“Si tú no te encuentras en Cuba un solo mendigo, ni te encuentras la prostitución como una necesidad vital de las mujeres para vivir y te encuentras, además, un país sin drogas, como resultado del esfuerzo del trabajo humanitario de la Revolución de darle posibilidades a todo el mundo, de crear las condiciones propicias para eliminar el comercio sexual, eliminar el comercio de la droga y disfrutar de un ambiente sano en nuestra sociedad, ¿habrá algún país que haya hecho más por los derechos humanos que lo que se ha hecho en Cuba?
“Si tú analizas la influencia que tiene en el ser humano y en la felicidad del ser humano la igualdad: igualdad de oportunidades, igualdad de tratamiento; si tú tienes en cuenta que en nuestro país han desaparecido esas irritantes diferencias entre el millonario y el pordiosero, que eso no existe aquí, y que el hombre necesita algo más que pan: necesita honra, necesita dignidad, necesita respeto, necesita que se le trate verdaderamente como a un ser humano, ¿habrá algún país que haya hecho más por los derechos humanos que lo que ha hecho Cuba?
“Si tú llegas a un país como este y te encuentras una situación totalmente diferente, de una identificación total, de una participación plena de los ciudadanos en todas las actividades, en las actividades políticas, en las actividades de defensa del país, en las actividades culturales, en las actividades de desarrollo del país, ¿habrá hecho algún país más por los derechos humanos que lo que ha hecho Cuba?
“Si tú tomas en cuenta que a lo largo de más de 30 años jamás en nuestro país se han utilizado medidas de fuerza contra el pueblo, si en más de 30 años no se ha reprimido jamás una manifestación de obreros, de campesinos, de estudiantes, de ciudadanos; si en más de 30 años no se ha lanzado jamás a un policía, a un soldado, contra el pueblo a golpearlo, a reprimirlo, ni se ha usado un carro de bomberos, ni gases lacrimógenos, ni perdigones, que constituyen el pan nuestro de cada día en países capitalistas desarrollados y en países del Tercer Mundo, yo me pregunto:¿habrá habido algún país con más respeto a los derechos ciudadanos, con más respeto a los derechos humanos que el que ha habido en nuestro país?
“Cuando realmente tú has creado una conciencia solidaria, una conciencia de fraternidad, de hermandad entre los hombres como se ha creado en nuestro país con la Revolución y el socialismo, ¿habrá algún país que haya hecho más por los derechos humanos que lo que hemos hecho nosotros?
“Cuando lo que existe se reparte entre todos, cuando no hay esa grosera desigualdad en que unos tienen en exceso, unos se mueren de infarto y de colesterol, y otros se mueren de hambre, cuando todo lo que se tiene se comparte, cuando el país es de todos, cuando la patria es de todos, cuando las riquezas son de todos, como ocurre en Cuba, ¿habrá otro país que haya hecho más por el hombre, por el ser humano, que lo que hemos hecho nosotros?
“Cuando el ciudadano tiene la sensación de ser algo, de ser parte de la sociedad; cuando el ciudadano tiene la sensación de poseer una dignidad nacional, una patria, cosa tan rara, tan escasa y tan inaccesible en el mundo de hoy para la inmensa mayoría de los pueblos, ¿habrá algún país que haya hecho más por los derechos humanos que lo que se ha hecho en Cuba? Estoy hablando del conjunto de cosas que, a mi juicio, consisten en la verdadera política humanitaria, la verdadera política de dignificación, de elevación y de bienestar del hombre. Lo que sufre el hombre con la desigualdad es una cosa terrible; ese sufrimiento no lo conoce nuestro pueblo.
“Creo que nuestra Revolución tiene una característica – y lo digo sin querer ofender a nadie, sin lastimar a nadie – que habrán tenido muy pocas revoluciones en la historia: nuestro pueblo se educó en el odio al crimen, en el odio a la tortura, en el odio a la violencia física contra las personas, en el odio a los abusos de poder. Si precisamente lo que nos inspira en nuestra lucha, lo que nos mueve, nos moviliza y nos une es el combate frontal contra todas esas formas de injusticia, que nosotros tuvimos el privilegio de aplicar de una manera consecuente a lo largo de toda nuestra guerra de liberación y de nuestra historia revolucionaria.
“¿Por qué ganamos nosotros la guerra? Porque seguíamos una política humanitaria. La gente fue conquistada por esa política. Pudiera parecer, incluso, idealista, porque siempre hay una justificación en la guerra y en los momentos de peligro para hacer cosas que son crueles. La gente fue formada en esa conciencia; pero lo más interesante es que cuando la Revolución triunfa, a lo largo de 33 años, esas normas establecidas en nuestro Ejército Rebelde se ha mantenido, y nosotros podemos asegurar así, de manera categórica – y lo sabe todo el pueblo – que en este país jamás se ha torturado a un prisionero, que en este país jamás se ha utilizado la violencia física contra prisioneros. ¿Cuántos países en el mundo podrían hablar en esos términos, cuántas revoluciones, cuántos Estados que hayan participado en guerra civiles o en guerras extranjeras pueden hablar en esos términos? Sin embargo, nosotros podemos hablar.
“¿Por qué ese empeño en mancillar la limpia historia de la Revolución y un ejemplo sin precedente, como no sea el propósito de calumniar a la Revolución, de quitarle autoridad moral, de destruirla? Ellos saben que eso es mentira; quienes lo saben bien son ellos, los imperialistas, porque saben cuáles son nuestras normas.
“Estos son los hechos reales, estos son los hechos objetivos. ¿O es que el pueblo ignora las cosas que ocurren aquí? ¿El pueblo puede ignorar que haya habido un desaparecido o un torturado en este país? Considero que esa es una ofensa a nuestro pueblo, que fue educado en los principios de respeto al hombre y de respeto al ser humano, y en la lucha por el ser humano; creo que es una ofensa a nuestro pueblo suponer que va a apoyar una revolución que no tuviera esa intachable conducta o que fuera incapaz de condenar cualquier violación de ese tipo que se hubiera cometido en nuestro país, porque nuestro pueblo no la aceptaría, no la toleraría.
“Por eso pienso, Tomás, que somos un caso excepcional en lo que se refiere a los derechos humanos, y que ningún país ha hecho lo que nosotros hemos hecho”.
Fuente de la cita de Fidel: https://lapupilainsomne.wordpress.com/2013/05/03/fidel-castro-derechos-humanos-en-cuba/
29 de noviembre de 2016
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