|
Sergio ReyesComentario de Libro: A Allende lo “Suicidaron”Por Sergio Reyes
La segunda edición del libro Allende: “yo no me rendiré”, La investigación histórica y forense que descarta el suicidio, de Luis Ravanal Zepeda y Francisco Marín Castro, salió a la luz pública en diciembre del 2014. Los autores hacen una afirmación categórica: Allende no se suicidó. Lo mataron después de estar herido en combate, sin combatientes a su lado, y fue rematado de un tiro con arma corta en la cabeza por el General Javier Palacios. Luego, post mortem, lo “suicidaron” disparándole con su propia metralleta para hacerlo aparecer como suicidio. Punto.
El libro está dividido en dos partes. La primera, escrita por Francisco Marín, se avoca al estudio histórico y político del entorno del asesinato del Presidente Allende. Mientras tanto, el segundo libro, escrito por el Dr. Luis Ravanal, ahonda un análisis científico de cómo se procesó desde el punto forense el cuerpo del asesinado presidente, escondiendo y tergiversando evidencia.
La historia del suicidio fue invención tal vez del propio General Palacios, la Junta, o los consejeros del Servicio de Inteligencia Militar que tuvieron tiempo de más para preparar un escenario que avalara esta historia. Como sea, aunque Allende haya sido presionado a suicidarse ante el ataque por tierra y aire de La Moneda, lo claro es que allí se cometió magnicidio. Fue un asesinato político que ocurrió allí, o habría ocurrido posteriormente de haberse rendido el Presidente y haber aceptado el avión que se le ofrecía, para el cual habían ya planes que no llegaría a destino.
El libro nos entrega una sistemática narración de lo que aconteció en la defensa de La Moneda y el papel militar que jugó el Presidente Allende. Mucho del material ha sido ya revelado en otros trabajos, y las fuentes son conocidas. Lo que es diferente es la intencionalidad de la narración que va mostrando a un hombre decidido a resistir hasta las últimas consecuencias, para quién el suicidio no era necesariamente una opción.
De manera racionada e inteligente, Francisco Martín va desvirtuando la historia oficial mentirosa creada por la dictadura, y lamentablemente avalada por algunos pocos funcionarios que estuvieron junto a Allende en la batalla de La Moneda. Difícil es entender cual podrían haber sido las causales para que estos colaboradores de Allende se prestasen para tal engaño histórico, a no ser que sus vidas dependan de esto.
El General Palacios, fue pieza clave del magnicidio. La historia del suicidio, fue creada, tal vez, no solamente para mostrar a un Allende que no murió en combate, sino para encubrir su propia responsabilidad como autor del magnicidio, al haber liquidado al presidente herido y desangrándose. Se cita declaraciones de Palacios a reporteros Alemanes poco después del golpe diciendo, “ya en el interior de La Moneda y buscando pieza a pieza, dependencia a dependencia donde ubicarlo (a Allende), porque no se olviden que la misión mía era exigirle, intimarle rendición. Hasta que lo encontré: Tenía las manos llenas de pólvora y llenas de vainilla (sic). Hasta el último momento él disparaba contra nosotros.” (p. 103)
El General Palacios murió en el 2006. Curiosamente nunca se le enjuició como responsable de magnicidio. En un caso de esa naturaleza una cantidad importante de información habría salido a la palestra. El caso Allende, sin embargo, se reabrió en dos oportunidades, finalmente hasta llegar a la Corte Suprema, donde al fin se cierra definitivamente, aceptando la explicación de suicidio, y en consecuencia se toma como responsabilidad personal del suicida el haberse quitado la vida.
El Dr. Luis Ravanal realizó un concienzudo estudio forense de los hechos, empezando por la autopsia realizada a la ligera y bajo estricta vigilancia militar, por forenses adictos o dependientes de las fuerzas militares. Ravanal explica como paso a paso se han ido destruyendo piezas claves que hubiesen podido dar luces sobre la verdadera causa de la muerte de Allende. En particular, partes del cráneo que de acuerdo a la misma autopsia indican una salida de bala de calibre menor, que podría haber sido de la misma pistola de Palacios. De acuerdo a declaraciones de gente allegada a Palacios este, en mas de una oportunidad habría dicho que le dio un tiro de gracia a Allende.
El libro es repetitivo, o reiterativo de evidencias que revuelven alrededor de piezas claves. En la narración se va involucrando a una cantidad de actores, todos responsables en la práctica de esconder, interferir o intervenir sobre los restos de Allende.
Es un libro que vale la pena leer con detención. Mientras la teoría del suicidio de Allende no ha disminuido un ápice la valoración histórica de Allende, las acciones de los militares para prevenir que el pueblo, el pueblo de Allende, sepa exactamente cómo murió, lo tipifican como lo que fueron: asesinos sin honor alguno. Ravanal y Marín han entregado una contribución importante a esclarecer la verdad de nuestra historia de lucha. Allende no se rindió ni se suicidó. Murió combatiendo.
FICHA TECNICA
Allende: “yo no me rendiré”
Autores: Francisco Marín y Luiz Ravanal
1ra. Edición, Ceibo Ediciones, Santiago – Septiembre 2013
2da. Edicion, Ceibo Ediciones, Santiago – Diciembre 2014
Contacto: www.ceiboproducciones.cl
ISBN: 978-956-9071-45-4
|