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Escritos

Pinochet Muere Sin Pena, Ni Gloria ... Ni Justicia

PINOCHET MUERE SIN PENA, NI GLORIA... NI JUSTICIA

El que escribe estas notas fue prisionero de la dictadura de Pinochet por tres años. Preso a los 19 años de edad por socialista, por querer construir un mundo mejor para todos, por concebir la igualdad, el fin de la explotación y los privilegios de unos pocos. Entonces, en 1973, Pinochet tenía 58 años. Han pasado 33 años desde entonces.

Pinochet murió a los 91. Una larga vida y era hora de morirse. El hombre murió de muerte natural. Una gran cantidad de sus asociados continúa vivos. Definitivamente los que entonces eran mucho más jóvenes que el y que se graduaron con doctorados en la Universidad de Chicago por ejemplo. Hoy son exitosos y respetados hombres y mujeres de negocios. En las elecciones los chilenos votan un 40% por los engendros de los milicos y los ricos del país, Renovación Nacional y Unión Democrática Independiente. Yo digo los chilenos votan 40% fascista, y muchos creen que exagero.

Algunos políticos de ambos lados insinúan que es el fin de una era. Yo diría que es el fin físico de Pinochet. Su legado y el de sus socios continua en lo económico (el sistema neo-liberal que impuso no ha cambiado un ápice), en lo político (el cuerpo fundamental que rige la vida política del país esta ahí, con constitución y todo), en lo cultural (los chilenos son apéndices de los mercados y la palabra "sale" pronunciado seil, es una gran alegría). Y lo más paradójico de todo es que quienes siguen administrando y promoviendo su legado se dicen demócratas y otros, como Lagos y Bachelet, socialistas.

Mi compañero de lucha en Punta Arenas, un viejo comunista intachable, Pancho Alarcón declaro con rabia a la prensa, "¡del infierno no lo salva nadie!" -- Bueno, como yo no creo ni en la gloria ni el infierno considero que no dejan de ser palabras impactantes pero lamentablemente vanas. El hombre escapó a la justicia internacional apoyado por el mismo gobierno de la Concertación "Democrática" que prometió juzgarlo en Chile. Ahora lo salvó la muerte, y así escapo de la justicia. Curiosas y mórbidas son las fotos que lo muestran en el ataúd. Los que lo "prepararon" no pudieron esbozarle ni paz ni una sonrisa en el rostro. Eso si, el hecho que haya muerto de paro cardiaco comprueba que a pesar de todo tenia corazón.

Un llamado de alerta, los mismos que dicen que es el fin de una era, querrán ponerle punto final al asunto de la dictadura. Ya antes, Lagos había declarado que se había completado la transición a la democracia y nos quiso "callar el hocico" a los victimizados por la dictadura con pensiones. El intelectual Ariel Dorfman -- publicado en el New York Times hace unos dias -- no habla de estas cosas, pero debería.

Yo no andaría celebrando en las calles, ni tirandole piedras a los pacos, ni incendiando gomas, sino que mejor seguiría organizando pueblo para cambiar las cosas radicalmente, y tumbar al sistema capitalista con amarras militares que dejó el que se acaba de morir sin pena, ni gloria... ni justicia.

Sergio Reyes
Diciembre 12, 2006